ATAV: Lucía y Bruno vuelven a estar cara a cara
Finalmente, Ivonne (Andrea Frigerio) accedió a someterse a la intervención quirúrgica que podría salvarle la vida, pero la ausencia de su hijo, la angustia. Ya en la clínica, Trauman (Fernán Mirás) se encuentra con Raquel (China Suárez), que está trabajando allí como enfermera, pero en medio de la tensa conversación aparece Aldo (Gonzalo Heredia). El proxeneta aprovecha el encuentro para pedirles que busquen a Julián (Tomás Kirzner).
El muchacho accede al pedido de Raquel y acude a la clínica a ver a su madre; llega cuando la madama sale supuestamente airosa del quirófano. En un encuentro a solas, Ivonne le confiesa que la operación no salió bien. «Me abrieron y me cerraron porque había cáncer por todos lados», le cuenta y le asegura que quiere ayudar. «Vos me tenés que ayudar a ser buena, me tenés que decir qué tengo que hacer», le suplica.
Con la ayuda de David (Gastón Cocchiarale) y de Gallo (Matías Mayer), Bruno (Albert Baró) consigue engañar a Lucía (Delfina Chaves) y acude a su encuentro, simulando estar detenido. El plan parece peligrar porque desde el penal le avisaron a Gabriel (Federico Salles) que Lucía fue a ver a un recluso y no lo dejaron pasar y, a su vez, él le pasa esa información a Torcuato (Benjamín Vicuña).
Así, después de dos años, la pareja vuelve a verse cara a cara. En ese encuentro, él le reprocha que haya esperado todo ese tiempo en ir a conocer su verdad y le reitera que no es el culpable del ataque a Lidia (Minerva Casero). Ella no le cree y sigue pensando que fue parte de un maquiavélico plan. De todos modos, él aprovecha para sacarse una gran duda, si Pedro es en realidad su hijo. «Pedro es mío y de nadie más. No es suyo», le responde ella y le asegura que durante este tiempo nunca pensó en él.