Hacer pases con la cabeza durante un partido de fútbol puede causar daño a la estructura y función del cerebro, según un estudio publicado en el Reino Unido. Se trata del primer informe que detecta cambios neurológicos directos a causa de los pequeños impactos que podrían desencadenar una conmoción cerebral.
La investigación, publicada hace unos días por EbioMedicine, estudió los cambios cerebrales entre los jugadores amateurs, de entre 19 y 25 años, que hacían saques y golpes con la cabeza de forma habitual. Aunque los resultados son temporales sí que provocan algunos interrogantes sobre el posible daño acumulativo que puede desencadenar con el tiempo.
«Aunque la magnitud de los cambios agudos observados es pequeña», afirman los investigadores, «la presencia de ese efecto es lo que despierta el interés». Por eso, la preocupación ha aumentado ya que se considera que esta práctica, muy habitual en el fútbol, puede afectar a la salud del cerebro.
Según los científicos, se observaron cambios en la respuesta motora y en la memoria en cinco mujeres y catorce hombres que participaron en el estudio. A cada uno se le pidió que realizara un golpe para redirigir el balón. Lo hicieron 20 veces consecutivas durante sesiones de 10 minutos. Los investigadores descubrieron que inmediatamente después de estas sesiones, los errores en pruebas de memoria a corto y largo plazo eran mucho más altos.
Incluso después de una sola sesión, el rendimiento de la prueba de memoria se redujo en un 67 por ciento, aunque las alteraciones parece que desaparecieron a las 24 horas. Los investigadores advierten que esta condición puede ser una señal de daño cerebral a largo plazo.
Otros estudios realizados en los últimos años también han encontrado lo siguiente:
Los jugadores de fútbol son propensos a tener lesiones cerebrales traumáticas ya que el 22 por ciento de todas las lesiones son contusiones.
Los cambios en la anatomía cerebral de los jugadores de fútbol (con un adelgazamiento de la corteza del cerebro) se asocia a una cognición más lenta.
Los marcadores de moléculas de daño cerebral son significativamente más altos en los jugadores de fútbol profesionales masculinos.
La última investigación, que utiliza la estimulación magnética transcraneal para medir la función cerebral, se basa en un trabajo similar que ha encontrado marcadores bioquímicos de lesiones cerebrales, especialmente en los jugadores de fútbol que sufren los efectos acumulados de los impactos de la cabeza. En estos jugadores, una lesión inicial desencadenó todo un proceso patológico y una degeneración cerebral.
El fútbol es el deporte más popular del mundo, con más de 265 millones de aficionados y jugadores profesionales. Los jugadores, de promedio, dan golpes de cabeza entre seis y doce veces por partido, según los expertos. El problema es que las velocidades son mucho mayores de lo que se hizo en la práctica analizada.
«Por primera vez, los amantes y los profesionales del fútbol pueden ver pruebas claras de los riesgos asociados al impacto repetitivo de un balón de fútbol», advirtió Angus Hunter de la Universidad de Stirling de Escocia a través de un comunicado con el que presentó los resultados de la investigación. «Esperamos que estos nuevos descubrimientos abran nuevos enfoques para detectar, monitorear y prevenir las lesiones cerebrales acumuladas en el deporte», agregó.
Para finalizar, señaló que «debemos salvaguardar la salud a largo plazo de los futbolistas de todos los niveles, así como de las personas que también están involucradas en otros deportes de contacto».