Está confirmado: el amor nos pone más gorditos. Stephanie Schoeppe, una científica australiana, realizó un estudio en la Universidad Central de Queensland. Ella estudió a lo largo de diez años los hábitos, actividades y elecciones de unos 15 mil estudiantes voluntarios. Después de una década de trabajo llegó a la conclusión de que quienes viven relaciones de pareja felices tienden a pesar más que aquellos que están solteros. Estadísticamente, aumentan un promedio de 1,8 kilos por año.
Según la investigadora, esto sucede porque las personas que están en pareja no sienten la necesidad de impresionar a nadie, o de verse más atractivas, y se relajan más. «Además, cuando tienen hijos, tienden a comerse sus sobras o sus meriendas” agregó Schoeppe.
Pero esta investigación no es la única que confirma la teoría. La Asociación Americana de Psicología estudió a 169 parejas durante cuatro años. Las conclusiones fueron que las parejas más felices fueron las que más aumentaron de peso, en tanto las que se mantuvieron en su peso ideal fueron las estaban más insatisfechas. Los investigadores afirmaron que: “Cuando la prioridad no es seducir al otro, porque ya lo tenemos, perdemos interés en parecer atractivos”. Agregó que las personas que se sienten cómodas en pareja priorizan las actividades que son más placenteras como comer o dormir. Definitivamente, el amor es hermoso, a pesar de sus consecuencias.