El Sydney Festival, que comienza este sábado y se extiende hasta el 28 de enero, contará con un número bastante especial. Se trata de Aquasonic, descripta como «la primera banda bajo el agua».
La descripción es literal. Se trata de un concierto en el que los músicos ejecutan instrumentos muy particulares, cada uno en un acuario, de modo que el desafío es doble. No sólo tienen que interpretar bien las piezas, sino administrar muy bien el aire para que el concierto salga a la perfección.
Según comentó uno de sus responsables, la idea comenzó hace más de una década, cuando comenzaron a experimentar cómo sonaría una música ejecutada bajo el agua. El resultado es extrañamente atractivo.