Los unicornios lo han invadido todo, desde la moda hasta la decoración de eventos. Pero esta última novedad nos dejó boquiabiertos: en Filipinas aprovecharon el furor por el Unicorn power para inaugurar un parque flotante para morir de amor.
Tanto el Bali Lounge, una playa decorada con sombrillas y pufs bien coloridos, hasta la isla flotante de más de 4.000 metros cuadrados, en la que hay que sortear obstáculos sin caer al agua, están diseñados para pasar una tarde de diversión inolvidable.
La atracción está ubicada en Olangopo, una ciudad Filipina a dos horas de Manila. La entrada más barata de la Isla de Unicornios cuesta unos 200 pesos argentinos y habilita una hora en el parque temático y pase libre a la playa. Para disfrutar todo el día en los juegos, el visitante deberá abonar unos 330 pesos argentinos.
Nada se les escapó a los diseñadores de esta atracción. Sin dudas, han creado un verdadero escenario para lograr las mejores postales de Instagram.