Un estudio de la Claremont Graduate University de California, Estados Unidos, indicó que al menos el 92% de las personas suele emocionarse durante una película.
Esto sucede porque cuando vemos películas con un elevado contenido emocional, nuestro cerebro libera oxitocina, un potente neurotransmisor que nos permite conectarnos con otras personas y ser más empáticos, confiables, desinteresados y amables, lo que muchas veces se manifiesta fisiológicamente a través del llanto
Una persona empática es más fuerte, abierta y comprensiva para con los demás. Asimismo, consigue adaptar como consejos esas experiencias de las que fue testimonio para saber cómo enfrentar ciertas situaciones si algo así les sucede.
Es por eso que ir a ver una película y reír o llorar es bueno para tu cerebro, pues te motiva a ser más solidario y comprensivo con las demás personas, incluso te fortalece emocionalmente porque aprendés a manejar tus propias emociones.