Los tatuajes ayudaron a este hombre a sobrevivir

Adam Curlykale es un joven polaco de 32 años adicto a los tatuajes. Después de una historia que marcó un antes y un después en su vida, decidió tatuarse toda la cara, incluidos los ojos, de color gris grafito.

La relación de Adam con los tatuajes comenzó hace diez años, cuando los médicos le  diagnosticaron cáncer de intestino grueso. Él pudo superar la enfermedad, pero el tratamiento médico le dejó secuelas en su cuerpo.

Los meses de radioterapia, quimioterapia, terapia molecular y terapia con células madre causaron varias afecciones en la piel, y le provocaron albinismo. Estos efectos fueron muy duros para Adam, que no podía aceptarse a sí mismo, y que tampoco recibía ningún tipo de apoyo por parte de la gente de su pueblo. Debido al acoso que sufrió, y al impacto psicológico de su enfermedad, Adam tuvo trastornos alimenticios y una depresión que lo llevó a intentos de suicidio. Pero la esperanza volvió gracias a los tatuajes.

Adam decidió tatuarse todo el cuerpo para dejar atrás las marcas de ese período de su vida.

“Los tatuajes me permitieron descubrirme nuevamente. Me convertí en bello”, dijo Curlykale. “Diseño mis tatuajes porque es mi cuerpo. Tengo una visión específica para mí, y lo hago paso a paso. La vida es tan corta que dejé de preguntarme qué pasará mañana. La vida está aquí y ahora”.

«Mi color favorito siempre ha sido gris, en diferentes tonos, y por eso mi color de piel actual es el grafito,” dijo Adam. Esta característica, combinada con su vello facial blanco y los lentes de contacto de color, a veces lo hacen parecer una versión negativa de sí mismo.

Actualmente, este joven tiene el 90% de su cuerpo tatuado y planea extenderlo hasta el 99%. El 1% restante tiene una ubicación y un motivo secretos.

Su nueva imagen hizo que Adam se sienta auténtico y feliz con él mismo. Así lo afirmó a fuentes locales: “Moriré satisfecho, como alguien que no tuvo miedo de arriesgarse, alguien que vivió a pesar de la opinión de los demás, pero en armonía consigo mismo”.