Desde su primera aparición en televisión es evidente que Luciana Salazar sufrió una metamorfosis. La mamá de Matilda disfruta de su presente laboral como conductora de Chismoses y se anima a tocar temas que antes prefería evadir.
Esta semana la ex de Martín Redrado fue tapa de revista Caras y, además de hablar sobre su mala relación con el economista, admitió la cantidad de veces que pasó por el quirófano para someterse a una cirugía estética.
Luciana Salazar es la protagonista de la tapa de la edición 1920 de Caras
“Dicen que me hice la cola y no es así, la gente termina creyendo lo que quiere. Al principio me arrepentí un poco de haberme operado las lolas. Tenía mucho y me reduje de a poco. Ahora me siento un poco más acorde con el tamaño”, contó.
Según la modelo, la única parte de su cuerpo retocada es el busto. Sin embargo, en las redes sociales los usuarios no le creyeron, la trataron de “cínica” y le pidieron que reconozca que tiene una “máscara” en el rostro.
La conductora dijo que la genética la acompaña y aseguró que no se siente perfecta, revelando que lo que más detesta de su cuerpo son las ojeras.
En su nuevo rol como mamá, le preguntaron qué respondería si su hija Matilda le pidiera hacerse las lolas a los 15 años. “Me parece muy chiquita y quizá se pueda arrepentir, me gustaría que estuviera más madura. Hay cosas que tienen que tener mi aprobación. Por lo menos hasta los 18 años, yo decidiré”, admitió.