Pixee Fox es una modelo sueca de 28 años con el objetivo de parecerse a las princesas y personajes de Disney. En una especie de cosplay extremo, Jesica gastó al menos 700.000 dólares en 200 cirugías, para ser lo más similar posible a personajes como Ariel, la princesa Aurora, el cadáver de la novia, Jessica Rabbit, entre otras.
Entre estas intervenciones se hizo pulir la nariz, aumentó el tamaño de sus senos, cambió la forma de su mandíbula y modificó el color de sus ojos. Para eso, tuvo que viajar a diferentes partes del mundo, debido a que muchas se realizan en lugares específicos.
«Estoy dedicando mi vida a crear mi propio cuento de hadas. Veo mi cuerpo como una obra de arte, mi vida como un proyecto de ciencia y el mundo como mi galería.», afirma ella.
Pixxe comparte sus fotos en Instagram, donde tiene poco más de medio millón de seguidores en Instagram. En su cuenta se define como «el dibujo animado viviente.»