Minimizar el impacto de los gases que expulsan los coches y aprovechar los desechos de la levadura que van a parar a la basura: eso se propuso la cervecera neozelandesa DB Export. Y lo logró extrayendo etanol puro de las sobras de la levadura que luego mezclan con petróleo para crear combustible.
Ya hay once gasolineras en Nueva Zelanda que cargan Brewtroleum. Así que ojo, a la hora de conducir, el que tiene que beber cerveza es el auto.
https://youtu.be/0WrVNIyKarw
Los combustibles E10 que habitualmente encontramos en las estaciones de servicio están creados con estas mismas proporciones de etanol y petróleo, y son menos dañinos para el medioambiente. Eso mismo era lo que pretendía DB Export con su cerveza combustible: minimizar el impacto de los gases que expulsan los coches.
Lo mejor de esta propuesta es que cuánto más cerveza se beba más biocombustible se podrá producir. Nunca fue tan delicioso contribuir con el planeta, ¿no?